¿Desconectar en verano? ¿Y si el móvil nos ayuda a cuidar nuestra salud?

Volviendo al “trabajo”, sabéis que a menudo hablo de smartphones y tablets, de cómo las apps están cambiando nuestro día a día, facilitando la relación con el paciente, ayudándonos a ser mejores comunicadores, a tener toda la información en cualquier lugar y momento… a ser, en definitiva, mejores profesionales.

Hoy voy un poco más allá, uniendo todos estos conceptos y volviendo al título del post: ¿seguro que el teléfono es algo que nos puede llegar a perjudicar, generándonos estrés? Puede ser, y me encantaría escuchar vuestras opiniones al respecto. Pero en mi opinión la tecnología nos aporta cada vez más y más beneficios, incluso ya en términos de salud. Hace algo más de un mes se presentó una novedad que, pocos años atrás, se hubiese visto como algo de “ciencia ficción”: un prototipo de teléfono inteligente que es mucho más que eso. Es un electrocardiógrafo, es un termómetro, es capaz de medir el azúcar en sangre. Y más: mide la frecuencia cardíaca, el porcentaje de grasa corporal, o el nivel de estrés.

Se llama LifeWatch V y como digo es aún un prototipo de teléfono Android, que permitirá enviar datos entre pacientes y médicos, recordatorios de tratamientos o llevar un control de una dieta.  Ya existen otros sensores externos que hacen funciones similares, pero la gran innovación en este caso es que el propio teléfono lleva incorporados todos los sensores necesarios para recoger y compartir esta información relacionada con la salud del usuario.

Es en este punto donde los profesionales hemos de ser conscientes que estos avances deben ser incorporados a nuestra actividad diaria, lo que comportará que cada vez más nuestros pacientes sean virtuales. ¿Podrá un dermatólogo diagnosticar la evolución de una lesión cutánea con una fotografía o podrá un cardiólogo efectuar visitas menos frecuentes sin tiene datos de la monotorización del paciente? La respuesta sin duda es que sí…tendremos un ahorro de tiempo del profesional y del paciente, de dinero, acortaremos distancias….pero sin duda también las aseguradoras y los pacientes deben concienciarse que esas consultas también tienen un precio, y que nunca sustituirán a la visita: simplemente las completarán.

No hay duda que los avances en este ámbito son imparables y cada vez más sorprendentes. ¿Ayudarán a salvar vidas estas innovaciones en un futuro no muy lejano? De momento, parece que, incluso en verano cuando todos queremos “desconectar”, innovaciones como esta precisamente lo que hacen es cuidar de nosotros mientras estamos “conectados”. Lo dicho, hace apenas unos años, todas estas tecnologías nos hubieran parecido pura ciencia ficción. Si aún no lo habéis visto, os recomiendo que echéis un vistazo al vídeo de LifeWatchV.

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